Viaje a China y Curso de formación para instructores.

comenzamos el curso de instrucción que duró hasta el 16 de abril. Comenzábamos el día a las 7am, algunas veces practicábamos desde las 6. El desayuno lo servían a partir de las 7:30 y a las 8:00 comenzábamos la práctica de una hora, para después dar paso todos los días a las sesiones teóricas, se nos daba un receso a las 11:30 para ir a comer y reanudábamos a la 1:30 en punto para tener sesiones de teoría y práctica hasta las 7:30 de la noche en ocasiones se podía extender un poco para terminar a las 8 o 9.

Seguíamos esta rutina de lunes a sábado y los domingos practicábamos medio día para después salir a conocer un poco de la hermosa ciudad de Beijing y aunque en un principio parecía muy poco tiempo para visitar, conocimos todos los lugares turísticos e históricos más importantes de la Ciudad, pero no necesitábamos ir a muchos lugares turísticos para vivir a fondo la impresionante y milenaria cultura China, en cada calle, cada comida, cada paseo, nos impregnábamos de lo mejor de una cultura que mezcla lo mejor del pasado, el presente y el futuro.

La comida era toda una aventura, podíamos probar cosas deliciosas y muy bien cocinadas o a veces cosas que parecían exquisitas quizá tenían sabores muy raros, la comida es muy condimentada y los sabores son muy particulares, pero siempre cada comida se disfrutaba, aunque también queremos compartirles que la comida mexicana se extrañaba mucho, pues nuestra gastronomía también es muy diversa y sobre todo deliciosa.

Tuvimos la fortuna de hospedarnos en el área central de la ciudad y esto tuvo grandes ventajas para nuestros fines, pues el frente de nuestro hotel daba a una calle comercial muy bonita y exclusiva y la calle de al lado nos daba acceso a un barrio popular que descubrimos unos días después de nuestra llegada, donde todo era mucho más barato y podíamos encontrar de todo, desde fruta hasta servicios como peluquería o puestos de electrodomésticos, nos encantaba salir a buscar cosas a esta zona, este barrio sencillo hizo nuestra experiencia mucho más auténtica.

Sobre la instrucción, tuvimos la inmensa fortuna de recibir muchísima teoría, también se nos dio el entrenamiento correspondiente al primero, segundo y tercer grandes métodos de Zhineng QiGong y se nos enseñaron muchos otros métodos complementarios (como la versión avanzada del primer método).

La instrucción teórica y la enseñanza de los métodos estaba a cargo del maestro De Ming Qiu ó Karl que es su “english name” (algunos Chinos usan nombres occidentales para facilitar la pronunciación a los extranjeros) el maestro Karl es una persona muy reservada, pero muy alegre, el encarna perfectamente la frase: “respeto tan profundo que se siente por dentro y por fuera”. Respondía con gran amabilidad a todas las preguntas que se le hacían, es sumamente paciente y muy relajado, su cuerpo es el de un practicante de muy alto nivel, muy delgado pero sumamente fuerte, puede aguantar inmóvil en posturas muy complejas por horas y aunque él tiene este nivel tan alto, siempre fue muy gentil con la gente, nunca exigió a nadie de más, siempre cuidaba que todos fuéramos generosos con nuestro cuerpo, pero lo más importante de aprender a karl, es su sencillez y que es un excelente ser humano.

Recuerdo bastante un día que nos regaló a todos los alumnos tenis especiales de Gong Fu, tenía en su rostro dibujada la sonrisa de un niño y la satisfacción muy parecida a la de un padre al ver a sus hijos abrir sus regalos en Navidad; Karl tiene un espíritu noble y una claridad única, no requería de muchas palabras para explicar conceptos complejos y siempre era puntual y conciso.

La maestra Zhang Qing o Helen, es todo lo contrario a Karl, Helen es muy extrovertida, diplomática, sonriente y muy buena conversadora, con ella veíamos otros aspectos de la teoría y la práctica del Zhineng QiGong y nos daba todas las tardes charlas sobre la actualidad del QiGong en China, nos platicaba sobre el maestro Pang y las investigaciones realizadas en el Centro Huaxia, resolvía dudas y siempre nos mostraba aspectos sutiles sobre la práctica y la condición de Zhineng QiGong, fueron invaluables horas de conocimientos e historias de esta ciencia que fueron compartidos por Helen Laoshi acompañados siempre por una buena taza de té rojo que preparábamos después de comer.

Helen es al igual que Karl una extraordinaria persona, le encanta platicar y siempre está dispuesta a escuchar el corazón de sus alumnos, te anima todo el tiempo a compartir tu sentir y a participar con retroalimentación sobre el desarrollo del curso, una de sus cualidades que más nos sorprendió, fue su incansable espíritu de perseverancia.

Cuando la maestra Helen se propone algo lo lleva hasta las últimas consecuencias y nos daba ejemplos cada que visitábamos un lugar, en el templo de la nube blanca de Beijing ya era hora de cerrar y ella consiguió que nos dejaran pasar, estuvimos ahí aproximadamente 2 horas y también hizo que nos dieran acceso a lugares que ya habían cerrado, hasta los monjes taoístas seguro se sorprendían de su perseverancia.

Al salir de ese lugar uno de nuestros compañeros perdió su celular en las calles aledañas, la maestra Helen se propuso recuperar el teléfono y llamo al templo, después lo escalo al director y después de tener una charla con él, preguntaron a todos los empleados del lugar y los guardias  comentaron que una persona había ido a regresar el teléfono días antes pero que no lo aceptaron por que no era de ellos, la maestra Helen mandó toda su intención para que esta persona regresara de nuevo, al día siguiente la persona volvió al templo y dijo que por la mañana tuvo un pensamiento que tenía que regresar lo que no era suyo y así recuperaron el teléfono de nuestro compañero.

Karl y Helen son la pareja perfecta, se complementan muy bien y eso es muy enriquecedor como alumno y practicante, pues esta es una ciencia que explora la totalidad de nuestra existencia, viendo el universo como un todo y no por partes separadas, ellos como equipo son un todo, con el equilibrio del Ying y el Yang.

Y ya que les platicamos sobre la tenacidad de la maestra Helen para conseguir lo que se propone, debemos platicarles sobre una visita que tardo semanas en conseguir y que fue lo más especial de nuestro curso de instructores y eso fue la visita a las antiguas instalaciones del centro de recuperación, investigación y entrenamiento Huaxia de Zhineng QiGong, lo que fue el hospital más grande del mundo que trabajaba sin medicamentos y que recibía a 5,000 personas cada mes, un lugar impresionante, que aún conserva toda la esencia de esos días, pero de ello les platicaremos en nuestra siguiente publicación de este Blog.