El logro de la longevidad a través de la práctica del qigong.
El QiGong Chino
Al contrario que en Occidente, en la civilización china, desde sus orígenes hasta el presente, lo que implica unos 4.000-5.000 años de historia, la longevidad ha sido una preocupación prioritaria, fundamental. Vivir largamente en plena posesión de facultades es algo más que un simple deseo, es un deber. Decía Confucio: «Hay que devolver el cuerpo a la muerte tal como se recibió al nacer».
En el conocimiento de los alquimistas chinos, se habla, todavía en la actualidad, de inmortalidad, es decir de una longevidad excepcional. Dicha longevidad excepcional implica una acción sobre la propia fisiología, una transformación de la misma que produzca una ralentización del envejecimiento e incluso una regeneración, un rejuvenecimiento.
¿Que dice la Ciencia?
La ciencia moderna ha comenzado a descubrir que es posible poder vivir muchos mas años de los que vivimos actualmente, un logro por el que el QiGong se ha vuelto muy famoso.
En 1998 se hizo el experimento por primera vez de coger distintos tipos de células, de la piel, del hígado, de muchos tejidos, que sabemos que son mortales, esto se sabe desde los años 50 del siglo pasado: que las células sanas son mortales.
Pues si a estas células sanas mortales se les activaba la telomerasa, se convertían en inmortales sin ser tumorales; es decir, se puede ser una célula inmortal sin ser tumoral. De tal forma que la capacidad de estar vivo de manera indefinida es posible.
Y esto es lo que se ha conseguido ya con las células, en animales complejos, como puede ser un ratón, que ya es muy parecido a un humano. Se ha conseguido retrasar el envejecimiento, retrasar las enfermedades y vivir más.
Las experiencias de muchos practicantes de QiGong han confirmado también esta afirmación.
En la decada de 1980 y hasta el año 2000 en el centro Huaxia en China (El hospital sin medicinas mas grande del mundo) hubo muchos maestros de más de setenta e incluso ochenta años que trabajaron felizmente y con un ritmo tan intenso como el de los maestros más jóvenes.
Sus alumnos admiraban la agudeza de sus mentes y la agilidad que demuestran sus cuerpos.
La Longevidad y la investigación con Zhineng QiGong
Muchos experimentos han demostrado, asimismo, que la secreción de las hormonas sexuales puede corregirse por medio de la práctica del qigong.
La Asociación de Qigong de Beijing estudió a 600 personas de edad avanzada, 300 en un grupo de qigong y, el resto, en otro grupo que no practicaba dicha disciplina.
Se pusieron a prueba siete parámetros relacionados con la inteligencia, y la comparación demostró que el proceso de envejecimiento de los practicantes de qigong fue, obviamente, más lento que el de los individuos del otro grupo.
También se verificó la existencia de un reducido número de personas que no mostraban signos de envejecimiento.
La Longevidad y las leyes naturales
¿Por qué? Según la biología moderna, el tiempo normal de vida de un ser viviente es de cinco a siete veces su período de crecimiento.
Dado que la etapa de crecimiento del hombre es de 25 años, se desprende que su lapso de vida normal sería de 125 a 175 años.
Pero la mayoría de las personas viola lo natural; por consiguiente, la vitalidad se resiente o resulta dañada y el tiempo normal de vida no llega a concretarse.
Afortunadamente, por medio de la práctica del qigong el individuo puede descubrir cómo alcanzar la armonía con las leyes de la vida y aumentar así su vitalidad, gracias a lo cual consigue mantener la salud y vivir durante muchos años.
Si queremos alargar nuestra vida, tenemos que conseguir mantener el cerebro sano. Los científicos han conseguido demostrar que podemos generar nuevas neuronas hasta los 90 años.
Se trata de neuronas relacionadas con el aprendizaje y la memoria que podemos ayudar a que aparezcan sencillamente relacionándonos, socializando y estando activos.
La historia de un hombre de QiGong que ‘vivió’ 256 años
El 3 de mayo de 1677 nació en Sinchuan, China, el hombre que más tarde se convertiría en el más longevo que nunca haya existido sobre la Tierra. Así lo puso en conocimiento del New York Times el profesor Wu Chung-Chieh, decano del departamento de educación en la Universidad de Chengdu.
Presentó al periódico los registros Imperiales del Gobierno de China en los que aparecían dos felicitaciones del emperador a Li Ching Yuen en 1827 por su 150 cumpleaños y una posterior a los 200 años. Se dieron a conocer el 6 de mayo de 1933, día en el que murió. Es decir, Li Ching Yuen vivió durante 256 años y tres días.
Ya en 1928, un corresponsal del mismo periódico relataba en un artículo que muchos de los ancianos del barrio en el que residía contaban historias acerca de cómo sus propios abuelos lo conocieron incluso siendo niños, mientras que Li era ya un adulto. Sobrevivió a 23 esposas y tuvo más de 200 hijos.

Vida de Li Ching-Yuen
De lo que se sabe, destaca el hecho de que recorrió toda China recolectando hierbas medicinales. Ya con diez años empezó a establecer una dieta en base solo a hierbas y vino de arroz, régimen que mantuvo durante sus primeros 100 años. Consumía además ginseng y una planta poco conocida, la Centella asiática (Hydrocotyl asiática).
También puso en macha la práctica de «alquimia interna», que consiste en ingerir estos ingredientes y después hacer ejercicio para que se produzca la mezcla adecuada. Durante décadas vivió en el templo taoísta de Yu Qing del monte Lao Shan, plenamente dedicado al taoísmo. No dormía nada por la noche, entregado a sus ejercicios espirituales.
Mantuvo siempre una complexión fuerte y ágil, una capacidad mental envidiable y una voz sonora. Ya con 71 años trasladó a Kai Xian para unirse al ejército chino como un maestro del arte marcial y como un asesor táctico.
Durante su vida ejerció como instructor de artes marciales y experto boticario, sin olvidar su auténtica pasión: la recolección de hierbas, actividad que acentuó cuando se retiró a las montañas del Tíbet.
El logro de la longevidad a través de la práctica del qigong.
Taiji Quan Maestro Da Liu, discípulo de Li Ching Yuen reconoció que su mentor encontró a los 130 años de edad un viejo ermitaño en las montañas que le enseñó Baguazhangy un conjunto de Qigong con la formación movimientos coordinados con los sonidos específicos, y las recomendaciones dietéticas. En un artículo publicado en una página del diario The New York Times, se informaba sobre su vida y se citaba la respuesta que tenía Li al secreto de su larga vida:
«Mantén un corazón tranquilo, siéntate como una tortuga, camina rápido como una paloma, y duerme como un perro».
Li Ching Yuen falleció en su casa, de causas naturales. El 6 de mayo de 1933, el New York Times, el medio que se volcó en su increíble historia, publicó una esquela en su honor, mencionando que había vivido 256 años.
Si deseas regresar a la entrada sobre beneficios de la practica de Zhineng QiGong, da click al siguiente enlace: https://caminoconcorazon.com/2023/01/09/zhineng-qigong-beneficios/
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